1
Este es el libro de las palabras de la verdad y de la reprensión de
los Vigilantes que existen desde siempre según lo ordenó el Gran Santo
en el sueño que tuve.
2
En esta visión vi en mi sueño lo que digo ahora con la lengua de
carne, con el aliento de mi boca, que el Grande ha dado a los humanos
para que hablen con ella y para que comprendan en el corazón. Así como
Dios ha creado y destinado a los hijos de los hombres para que
entiendan las palabras de conocimiento, así me ha creado, hecho y
destinado a mí para que reprenda a los Vigilantes, a los hijos del
cielo.
3
Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una visión se me reveló
que no será concedida nunca y que habrá juicio por decisión y decreto
contra vosotros,
4
que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas las épocas
no subiréis,
5
porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en las
prisiones de la tierra por toda la eternidad.
6
Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán a la
destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus seres queridos y
de sus hijos no las disfrutaréis y ellos caerán en vuestra presencia
por la espada de destrucción.
7
Pues vuestra petición por ellos ni la petición por vosotros serán
concedidas. Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras lloráis no
pronunciéis ni una palabra del texto que he escrito.
8
Esto me fue revelado en la visión: He aquí que las nubes me
llamaban, la neblina me gritaba y los relámpagos y truenos me
apremiaban y me despedían y en la visión los vientos me hacían volar,
me levantaban en lo alto, me llevaban y me entraban en los cielos.
9
Entré en ellos hasta que llegué al muro de un edificio construido
con piedras de granizo, rodeado y cercado completamente con lenguas de
fuego que comenzaron a asustarme.
(Ac 2:3)
10
Entré por esas lenguas de fuego hasta que llegué a una casa grande
construida con piedras de granizo cuyos muros. eran como planchas de
piedra; todas ellas eran de nieve y su suelo estaba hecho de nieve
11
Su techo era como relámpagos y trueno y entre ellos querubines de
fuego y su cielo era de agua.
12
Un fuego ardiente rodeaba todos sus muros cercándolos por completo
y las puertas eran de fuego ardiente.
13
Entré en esta casa que era caliente como fuego y fría como nieve.
No había en ella ninguno de los placeres de la vida. Me consumió el
miedo y el temblor se apoderó de mí.
14
Tiritando y temblando caí sobre mi rostro y se me reveló una
visión:
15
He aquí que vi una puerta que se abría delante de mí y otra casa
que era más grande que la anterior, construida toda con lenguas de
fuego.
16
Toda ella era superior a la otra en esplendor, gloria y majestad,
tanto que no puedo describiros su esplendor y majestad.
17
Su piso era de fuego y su parte superior de truenos y relámpagos y
su techo de fuego ardiente.
18
Me fue revelada y vi en ella un trono elevado cuyo aspecto era el
del cristal y cuyo contorno era como el sol brillante y tuve visión de
querubín.
19
Por encima del trono salían ríos de fuego ardiente y yo no resistía
mirar hacia allá.
20
La Gran Gloria tenía sede en el trono y su vestido lucía más
brillante que el sol y más blanco que cualquier nieve;
21
ningún ángel podía entrar verle la cara debido a la magnífica
Gloria y ningún ser de carne podía mirarlo.
22
Un fuego ardiente le rodeaba y un gran fuego se levantaba ante Él.
Ninguno de los que le rodeaba podía acercársele y multitudes y
multitudes estaban de pie ante Él y Él no necesitaba consejeros.
23
Y las santidades de los santos que estaban cerca de Él no se
alejaban durante la noche ni se separaban de Él.
24
Yo hasta este momento estaba postrado sobre mi rostro, temblando y
el Señor por su propia boca me llamó y me dijo: "Ven aquí Enoc y
escucha mi Palabra".
25
Y vino a mí uno de los santos, me despertó, me hizo levantar y
acercarme a la puerta e incliné hacia abajo mi cabeza.
Introduccion
Los versículos y apartes incluidos [entre paréntesis] muy probablemente no forman parte del libro, especialmente el "Capítulo 108", que expresamente declara ser el comienzo de otro libro. Sin embargo, se encuentran en varios manuscritos etíopes o griegos, por lo que han sido incluidos en esta traducción para que los lectores formen su propio criterio al respecto.
En el respectivo versículo, se citan adicionalmente (referencias a) otros libros.
En el respectivo versículo, se citan adicionalmente (referencias a) otros libros.
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